El cine de Arturo Ripstein se produce,
casi siempre, de puertas para dentro; lo que ocurre en el exterior apenas sirve
para afianzar la dualidad de sus protagonistas: por una parte un ser público,
higiénico, decente, que respeta las convenciones y que incluso se erige en
adalid de su defensa, y otro privado, perverso, corrupto, hipócrita. "El
mexicano es un ser que se encierra y se preserva. Máscara el rostro y máscara
la sonrisa", apunta Octavio Paz para resumir la incomodidad con que el mexicano
actúa al mostrar públicamente su interior, al abrirse; al sincerarse al otro.
Por las cuatro películas que el director
mexicano realiza entre 1977 y 1978 se pasean personajes “enmascarados”, celosos
tanto de su intimidad y la de su familia como la de los demás; personajes que
cuando se hacen públicos "tan siquiera se atreven a rozar con los ojos al
vecino" (OP).
Tal y como ya realizaría Buñuel durante
su etapa mexicana, Ripstein incide crudamente en las perversiones humanas, en
esos extremos aparentemente psicóticos o enfermizos, pero muchas veces
presentes en nuestro vecino, en nuestra anciana tía, en el respetable comisario
de policía o en nosotros mismos, que trascienden sólo al cerrarse las puertas y
que en muchas ocasiones pueden estar casi tan justificados ética o socialmente
como la mismísima y mediocre normalidad; centrándose en el reverso lúgubre de
lo que el mexicano hace público y que por tanto esconde bajo aquello que
Octavio Paz llamó “máscara” en su Laberinto de la soledad. Porque parafraseando al premio Nobel, el cine de
Ripstein muestra la vida del mexicano, “la concepción de la vida como combate;
la posibilidad de chingar o ser chingado. Es decir, de humillar, de castigar y
ofender. O a la inversa”.
El Ripstein de la década de los 70 no es
aún el director atroz, crudo, de desesperada y descompuesta visión del mundo,
de personajes extremos y atormentados únicamente galvanizados por sus instintos
y pulsiones más primitivas, en que se convertiría tras su unión sentimental y
profesional con la escritora y guionista Paz Alicia Garciadiego (con quien
comenzaría a colaborar en 1986 con "El imperio de la fortuna"); pero
aún sin llegar serlo, de su cine de esta década emanan los rasgos, usos y
abusos propios, en palabras de Octavio Paz, del mexicano.
El vividor Pancho: camionero sin raíces,
galán y macho bajo su máscara de apariencia pero al mismo tiempo hijo pródigo,
ridiculizado y de moral servil frente al patriarca del pueblo en El lugar
sin límites, la entrañable tía
Alejandra de la película de igual título: tierna en apariencia, entrañable
anciana y sostén económico de la familia de su sobrino pero practicante puertas
para adentro de su habitación de luctuosas liturgias negras y vengativo
espiritismo, el Tarzán Lira de Cadena Perpetua: exladrón arrepentido y ahora trabajador del mismo banco que antaño
planeó robar, o la totalidad del pueblo donde discurre La viuda negra, en la que ni uno sólo de sus habitantes muestra su
verdadero rostro, estableciendo una barrea, una muralla entre la realidad, la
verdad y ellos mismos. Personajes todos ocultos bajo un disfraz social.
"El mexicano siempre está lejos;
lejos del mundo y de los demás, también de sí mismo" (OP), tan lejos del
mundo como lo están los personajes aislados en su propia casa de El castillo
de la pureza, como lo están los vecinos
del pueblo donde se desarrolla El lugar sin límites o donde se había desarrollado años atrás Tiempo de
morir, tan lejos de sí mismos como el ladrón
de Cadena Perpetua o como el cura
de La viuda negra que tan sólo consigue
liberarse de las ataduras morales y convencionales mediante el fuego carnal,
enfrentándose así a lo que proviene de fuera: recato, pudor, ceremonia...
La mentira, "de importancia
decisiva en la vida cotidiana; para ocultarnos y ponernos al abrigo de
intrusos" (OP), vertebra las tramas de dos de las películas de este
periodo: La viuda negra y Cadena
perpetua. En la primera, una joven sugerente,
abocada a la provocación erótica tras la educación represiva recibida
desde la infancia en un orfanato, entra a trabajar como ama de llaves del
sacerdote de una aldea aburguesada. A la llegada de la extraña los celos se
traslucen entre las mujeres de la villa, envidiosas de su salvajismo erótico
primario.
El médico del pueblo, solterón
desesperado, se enamora lujuriosamente de la recién llegada, quien acaba por
rechazarlo tras un intento de violación. La verdad se transforma en perversa
falacia cuando el médico informa al pueblo de que es él quien ha sido seducido
por el ama de llaves y, con la intención de deshacerse de cualquier rastro de
culpa, sugiere que el cura haya podido ya haber aceptado tales
insinuaciones.
Tras reunir a un pueblo escandalizado e
inquisitivo que, sin querer oír la verdad, pide "la cabeza" de la
joven seductora, acaba por cumplirse el efecto Pigmalión y ama de llaves y
sacerdote convergen en un romance tórrido y fugaz que concluye con la muerte
del sacerdote (por una extraña mezcla de culpa, amor y pasión), no sin antes
asistir a la indignidad del pueblo reseñada en la inatención del médico hacia
el paciente y del resto de mujeres que dejan morir al sacerdote alegando que
como pecador consideran merecido su "divino" castigo.
Coloquio Internacional “Octavio Paz: Laberintos del Poeta”
ResponderEliminarUniversity of Ottawa, 28 y 29 de marzo de 2014
Solicitud de Propuesta de Ponencias
En ocasión de conmemorarse el centenario del nacimiento del escritor mexicano Octavio Paz Lozano, Premio Nobel de Literatura 1990, el Departamento de Español de la Universidad de Ottawa y el Comité de Estudiantes Graduados de la Universidad de Ottawa, con la colaboración de la Embajada de México en Canadá.
CONVOCAN
a la propuesta de ponencias para la participación en el Coloquio Internacional “Octavio Paz: Laberintos del Poeta”, que se llevará a cabo el Viernes 28 y sábado 29 de marzo de 2014 en las instalaciones de la Universidad de Ottawa.
Los ejes temáticos se centran en, pero no se limitan a, la obra de Octavio Paz como ensayista, poeta, crítico de arte, intelectual, su presencia en los medios y en la televisión cultural, así como la visión del escritor por sus contemporáneos y la escritura miscelánea sobre su vida y obra.
La fecha límite de recepción de propuestas (250 palabras en español, inglés o francés) es el 25 de enero de 2014. Las propuestas e información del ponente deben enviarse por correo electrónico
laberintosdelpoeta@gmail.com
www.facebook.com/laberintos.delpoeta