La ambulancia acude a auxiliar a una anciana que acaba de romperse una pierna. Serpentea por el adoquín romano. Al pasar frente a la Fontana di Trevi descubre el paso cerrado. Se está rodando una película.
- Apaguen esa sirena, se está filmando-, les gritan. Sobre una pasarela colocada sobre el foso de la fuente la cámara realiza un travelling de prueba.
- ¿Y esa rubia medio desnuda quién es?- pregunta uno de los enfermeros.
- La doble de Anita Ekberg -le responden, -el director está a punto de finalizar.
- ¿Es de Sica?
- No, Fellini.
Mientras la ambulancia aguarda a que le abran paso, Antonio -Nino Manfredi- observa a lo lejos a Mastroiani hablando con Luciana -Stefania Sandrelli-, su gran amor. La ambulancia por fin logra avanzar; Antonio decide quedarse.
Fellini se acerca al grupo y Mastroiani le presenta a Luciana. Charlan sobre sus orígenes y acaba contratándola para la escena del night club. Alguien se acerca por la espalda y le habla a Fellini:
- Hay un coronel admirador suyo. Es del SIFAR, puede ayudarnos con los permisos.
Displicente, Federico Fellini se levanta de su silla y aprieta la mano del militar.
- Buenas noches, Coronel. Encantado.
- Me place estrechar la mano del ilustre Rossellini- proclama mecánicamente el Coronel. -Vi todas sus películas. Soy un gran admirador suyo...
Escena de "Cèravamo tanto amati", traducida como "Nos habíamos amado tanto" y "Tres hombres y una mujer", de Ettore Scola.
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