Franz Liszt. Sueño de amor.
Cuando
te despertás, con los restos de un paraíso entrevisto en sueños, y que ahora te
cuelgan como el pelo de un ahogado: una náusea terrible, ansiedad, sentimiento
de lo precario, lo falso, sobre todo lo inútil.
¿Por qué tan lejos de los dioses? Quizás por
preguntarlo. (…) El día en que verdaderamente sepamos preguntar habrá dialogo.
(…) Hay que abrir de par en par las ventanas y tirar todo a la calle, pero
sobre todo hay que tirar también la ventana, y nosotros con ella.
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