miércoles, 6 de abril de 2011

Conversaciones Daguerrotipo 1. La Strada. FEDERICO FELLINI. Italia, 1954.


P.R.- De "La Strada" lo que considero más interesante es la carga simbólica y metafórica que posee la relación entre los dos personajes, como si ambos resumieran los dos polos opuestos del individuo o si, desde un punto social, cada uno representara en su extremo el rol histórico de su género. 

P.A.- Es cierto, me fascina la relación entre los dos personajes (es lo esencial de la película) y sobre todo la habilidad de Fellini al mostrar una y otra vez escenas de la pobre Gelsomina diciendo adios a diferentes personajes que le ofrecen una salida de ese mundo, en el que no vive como le gustaría vivir, pero es lo más parecido a la felicidad que conoce.


P.R.- Los dos personajes... Ella, la pureza, la claridad, la bondad, lo infantil, la ingenuidad, lo volatil, la apertura, el aprendizaje; la vida. Valores tradicional y simbólicamente asociados a la feminidad y a la maternidad y que toman especial trascendencia en escenas como en las que se muestra su relación con los niños, con la monja novicia y en aquella en la que mientras Zampanó duerme la mona Gesolmina planta tomates en un terreno en apariencia baldío -un cultivo individualmente inútil, ya que su vida ambulante no le permitirá recolectarlos, pero de gran importancia simbólica social: crear para quien venga más tarde, a largo plazo y para otro. Qué mejor detalle de solidaridad y entrega que ése-.

B.F.- Cuánta ternura inspira el personaje de Giulietta Massina.

P.R.- Él, la fuerza, el egoísmo, la rudeza, la violencia, lo primitivo, lo telúrico; la muerte. El nómada cazador, la brutalidad tradicionalmente asociada al hombre... Con unos rasgos tan elementales como los colores primarios, como diría Tennessee Williams. Alguien quien no debe mostrar jamás sus sentimientos, que carece de sistema de valores morales y es ajeno a todos los que no sean coercitivos y civiles (la policía, la orden de los Dioses, de los Padres, es la única Ley que respeta), pero no tiene porque sentirse culpable de acostarse con otras mujeres ni mucho menos por matar a un hombre en un lance fortuito.


P.S. La lucha en dialéctica católica entre el bien y el mal, con el mal redimiéndose en la última escena.

A.E.- Anthony Quinn, está tremendo... 

P.R.- (Sonrisa)

A.E.- Me recuerda por su presencia y su fortaleza al papel que hace en "Los dientes del diablo".

P.S.- O al personaje de "Viva Zapata" que hace casi simultáneamente a "La Strada" en Hollywood. 


P.A.- ¿Consideráis a "La Strada" una película neorrelista?

P.S.- Hay escenas casi de Rossellini o el primer Visconti, sobre todo las de Gelsomina revolotendo por el pueblo, con movimientos rápidos de cámara, exteriores, montaje fluido y escenas casi documentales. Eso es puro neorreliasmo por muy ajeno que resulte el resto de la ambientación o del mundo extraordinario que la película muestra, alejado de los postulados neorrealistas.

P.R. Fue acusada de traidora a esos postulados por buena parte de los críticos que tanto habían defendido al neorrealismo como cine de autor específicamente italiano, sin darse cuenta que incluso Rossellini había comenzado a alejarse del núcleo neorrealista con "Europa 1951", o que Visconti y De Sica estaban rodando ya melodramas híbridos como "Senso" y "Estación Termini".


P.A. No es "Ladrón de bicicletas", claro. En ésta, no sé, cada persona a la que pregunta por su bicicleta... bufff me gusto muchísimo. Y sobre todo que hacía tres años tan sólo que se había acabado la segunda Guerra Mundial.

P.R.- Ninguna película de Fellini se puede considerar puramente neorrealista por su gusto por el espectáculo teatral o vodeviliano, el surrealismo, el lirismo y la dramatización, pero desde "El jeque blanco" o "Los inútiles" hasta, incluida, La dolce Vita, cada escena fantástica, mágica, onírica o simplemente dramatizada se intercala con otra neorrealista, y especialmente en "los inútiles" y "Las noches de Cabiria". 

P.S. El propio Fellini contestó a la crítica diciendo "me considero más neorrealista que los neorrealistas dogmáticos".

P.R. ¿Y la música, y Nino Rota?

P.S. Magnífico, como siempre.


P.R. Diría que junto a Morricone, Rota es el más grande compositor de bandas sonoras de la historia del cine... Proclamo, jeje.

DÓNDE:

2 comentarios:

  1. Cómo no ha podido mencionar nadie al Loco? Para mí, es un personaje fundamental de la película. Es quien hace ver a Zampanó lo que realmente siente por Gelsomina. Zampanó es como el niño que, aunque no está jugando con su cochecito, cuando se lo quitas llora. Siente que posee a Gelsomina, que es suya y de nadie más. Al mismo tiempo, es El Loco quien convence a Gelsomina de que no abandone a Zampanó, cada uno está donde tiene que estar, y está ahi por algo. Y esa escena juntos (antes de la muerte, claro), esa despedida, con una sonrisa de ojos tristes, no la quiere dejar, pero... Bueno, y el asesinato, que es lo que desencadena el final, el abandono de Zampanó, la locura de Gelsomina.
    Por otro lado, es en parte culpa del Loco que Gelsomina y Zampanó tengan que dejar el circo, donde ella era tan feliz.
    Y sí, como dije, el personaje de de Gelsomina es extremadamente tierno, como al parecer es habitual en este neorrealismo italiano (sí, sólo he visto tres pelis, así que una entendida no soy, jajaja). El niño y el padre de "Ladrón de bicicletas", Totó... Son todos ellos bondad sin límites, algo demasiado inusual en estos tiempos que corren, así que no me quiero imaginar en esos años en los que aún estaba bien vivo el espíritu de la II Guerra Mundial...

    Ale, aquí lo dejo Pedro, tarde y breve, pero algo es algo.
    Un beso!

    ResponderEliminar
  2. Ves como mucho e interesante tenías que decir...

    ResponderEliminar