La otra línea era que Ernesto sabía que yo llegaba a
Costa Rica y dale, de su isla se había venido en avión porque el pajarito que
le lleva las noticias lo tenía informado de que los ticas me planeaban un viaje
a Solentiname y a él le parecía irresistible la idea de venir a buscarme, con
lo cual dos días después Sergio y Óscar y Ernesto y yo colmábamos la demasiado
colmable capacidad de una avioneta Piper Aztec.
APOCALIPSIS EN SOLENTINAME. Julio Cortázar
Extracto del documental Solentiname.
Tomás Borge no solamente nos había enviado un avión,
sino que nos recibió en su casa para alojarnos junto a él y su esposa Josefina,
y por su parte Ernesto Cardenal nos esperaba en el Ministerio de Cultura para ponerme
bajo las narices un considerable plan de trabajo (que discutí con la energía
necesaria hasta reducirlo a proporciones humanas). Me alegro de que las cosas
hayan ocurrido así, pues de la amistosa rivalidad de dos ministros —sin hablar
de un tercero, Sergio Ramírez—nació una semana en la que no solamente hubo
contactos culturales, sino una cercanía inmediata con las masas de trabajadores
de la ciudad y del campo (...).
El poeta Cardenal (casi todo el mundo le dice «padre»)
no ha renunciado a su sempiterna boina y a su camisa blanca; el mismo que
secretamente me desembarcó una noche en su comunidad de Solentiname me recibe
ahora en su despacho del Ministerio de Cultura donde la gente entra y sale y
discute y se concierta o se desconcierta según el momento, donde hay libros y
carpetas por todos lados, colaboradores que luchan con los teléfonos y por
supuesto con planes, encuentros, conferencias, mesas redondas, proyectos de
ediciones y muy poco dinero para hacer todo eso (...).
Después nos vamos, a caballo a Solentiname, quiero
decir que cruzamos el inmenso lago en una panga qué galopa sobre un oleaje duro
y solapado, nos obliga a sujetarnos y a buscar instintivamente estribos y
riendas para no saltar tanto. Y allí está el archipiélago donde la isla que
abrigó la comunidad de Ernesto Cardenal va a mostrarnos las huellas del
vandalismo somocista, el taller de artesanía quemado, las cabañas saqueadas.
Todo está en reconstrucción, blanco y dulce como en las pinturas que ya todo el
mundo conoce; la iglesia no fue tocada y las deliciosas decoraciones infantiles
de los muros brillan con todos los colores de sus peces, gallinas, chozas,
caimanes y avioncitos. En abril volverá Cardenal a la casa que le están
terminando, la de huéspedes funciona ya, almorzamos largamente con los amigos y
vemos crecer el lago bajo un viento que pone en peligro el retorno. ¿Pero quién
tiene ganas de retornar?
NICARAGUA TAN VIOLENTAMENTE DULCE. Julio Cortázar
NICARAGUA TAN VIOLENTAMENTE DULCE. Julio Cortázar
Material extra:
Discurso de Ernesto Cardenal al pueblo de Nicaragua, "Lo que fue Solentiname" (Abril, 1978).
Texto íntegro de "Nicaragua, tan violentamente dulce" de Julio Cortázar, con link para descargarlo en pdf.
"Misa guerrillera" de Ernesto Cardenal, 1978.
"Misa guerrillera" de Ernesto Cardenal, 1978.
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