Astor Piazzola. La rayuela
Talita
había entrado y vuelto a salir, atraída por la rayuela, y esa ruptura de un
segundo entre el pasaje y la reaparición había bastado para engañarlo como
aquella otra noche en la proa del barco, como a lo mejor tantas otras noches.
John Coltrane. Part 1 Acknowledgement. A Love Supreme.
…era
de imaginar la conversación con el viejo de la paloma, uno de esos
seudodiálogos en que al interlocutor lo tiene sin cuidado que el otro hable o
no hable siempre que esté ahí delante, siempre que haya algo ahí delante,
cualquier cosa, una cara, unos pies saliendo del hielo.
Andá
a saber si no sos vos la que esta noche me escupe tanta lástima. Andá a saber
si en el fondo no hay que llorar de amor hasta llenar cuatro o cinco
palanganas. O que te las lloren, como te las están llorando…
Charlie Parker. I Cant Get Started.
Y
tampoco su beso era para ella, no ocurría allí grotescamente al lado de una
heladera llena de muertos, a tan poca distancia de Manú durmiendo. Se estaban
como alcanzando desde otra parte, con otra parte de sí mismos, y no era de
ellos que se trataba, como si estuvieran pagando o cobrando algo por nosotros,
como si fueran los golems de un encuentro imposible entre sus dueños.
Christoph W. Gluck. Orfeo y Eurídice.
Estaba
en su pequeño, cómodo Hades refrigerado, pero no había ninguna Eurídice que
buscar…
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