W. A. Mozart. Piano Sonata No 2.
-Yo creo que te comprendo –dijo
La Maga, acariciándole el pelo-. Vos buscás algo que no sabés lo que es. Yo
también y tampoco sé lo que es (…). Tenés miedo, querés estar seguro. No sé de
qué… Sos como un médico, no como un poeta.
Oliveira cebó otro mate, mirando de reojo la cubierta de un Deutsche
Grammophon Gessellschaft que le había pasado Ronald y que vaya a saber cuando
podría escuchar sin que Rocamadour aullara y se retorciera (…). “Si se me acaba
la yerba estoy frito”, pensó Oliveira. “Mi único diálogo verdadero es con este
jarrito verde”.
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